lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Por qué cierra la mítica Pizza Vk?

Cuando el capitalismo era aun joven allá a mediados del siglo XIX todavía podiamos decir que los productores intercambiaban sus mercancías en régimen de librecompetencia, pero como ya vaticino Marx, como ya evidenció Lenin y como podemos comprobar hoy en dia esa libre competencia en relativa igualdad de condiciones se ha transformado en el poder y dominio absoluto de la producción por parte de un pequeño grupo de monopolios, a través de la ruina de los pequeños productores y la posterior concentración de capital en manos de unos pocos capitalistas. Quedando evidenciado que la pequeña producción (PYMES) dentro del capitalismo no tiene ningún modo de competir con los grandes monopolios y tiende a desaparecer y a representar un porcentaje infimo respecto a la gran producción. Por muchos “emprendedores” que surjan la inmensa mayoría serán aplastados y arruinados por la imposibilidad de enfrentarse a los monopolios.
 
Pero, ¿que tiene que ver esto con el sector de la hostelería y más en concreto con el de las cadenas de pizzerias?, ¿es que acaso el negocio de las pizzas también se esta viendo “monopolizado”? , y ¿que pasará con los establecimientos tradicionales, los pequeños comercios de nuestros barrios?. Pues efectivamente este sector también está sufriendo este proceso, no hay más que pasearse por las calles de Vallekas y observar como cada vez se abren más locales de grandes cadenas de pizzerias y vemos como aquellos locales pequeños, cierran o sobreviven a duras penas ante la imposibilidad de competir. Acentuandose este hecho en las épocas de crisis donde las pequeñas empresas se arruinan irremediablemente y cuyo lugar lo ocupan las grandes. 

El secreto de estos monopolios no solo está en el abaratamiento de los costes de producción a través de novisimas (e insanas) técnicas, también reside en la explotación laboral que estas empresas imponen a los trabajadores. Sueldos de miseria y jornadas de trabajo de unas pocas horas,incumplimeinto de la prevención de riesgos laborales o la persecución sindical, son las condiciones que sufren los trabajadores de pizzerias. Ahí reside el secreto del éxito de estas cadenas monopolísticas, la explotación de sus trabajadores, que son los que les generan las ganancias.

No podemos tampoco no sentir pena por la desaparición y cierre de aquellos pequeños establecimientos de nuestros barrios, presentes en buena parte de nuestra vida, pero también es imposible volver atrás y restablecer ese capitalismo librecambista del siglo XIX cuando los monopolios solo se estaban gestando, la salida solo puede ser hacia delante. Por ello llamamos a todos esos pequeños propietarios, que objetivamente tienen intereses en enterrar este sistema capitalista que les arruina, a la lucha por el socialismo y la libertad. 

¡NO A LOS MONOPOLIOS!
¡SI AL SOCIALISMO!

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